Rosa López habla por primera vez del problema de salud que padece: «Me ha provocado momentos muy duros»

En el nuevo número de Semana, una de las voces más queridas de España vuelve a emocionar, esta vez no desde un escenario, sino desde la verdad más desnuda. Rosa López, la cantante que conquistó el corazón del país en Operación Triunfo 1, se abre en canal para hablar de la dolencia que ha transformado su manera de vivir y de entender la música. Su testimonio, cargado de sensibilidad, revela una batalla personal que hasta ahora había permanecido entre bastidores: una pérdida de audición en el oído derecho que le ha arrebatado parte de los medios y agudos, afectando directamente a su capacidad para afinar.

«Me provocaba un gran sufrimiento recordar momentos del pasado cuando todo estaba bien», confiesa la artista, con esa mezcla de serenidad y emoción que la caracteriza. «Al final, en una revisión rutinaria me enteré de la pérdida de medios y agudos de mi oído derecho, que provocaba problemas en la afinación y que mis frustraciones fueran en aumento». Una dolencia que no solo desafía su carrera musical, sino también su identidad, profundamente ligada a su voz: ese instrumento que la convirtió en símbolo de superación y autenticidad desde sus primeros días frente a las cámaras.

Vulnerabilidad

Durante años, Rosa decidió guardar silencio. «Nunca he compartido este sentimiento, pero no puedo ser yo misma si no lo acepto y lo afronto», asegura. La confesión, valiente y honesta, llega en un momento en que la artista se encuentra más madura, más consciente del poder de mostrarse tal y como es. «En una era donde todos opinan y todos son maestros de todo, resulta difícil gestionar la vulnerabilidad», añade con una lucidez que invita a la reflexión sobre la presión mediática y las exigencias del éxito.

En sus palabras hay dolor, sí, pero también hay una luz que no se apaga. Rosa López habla de frustración, de impotencia, de noches de duda… pero también de resiliencia, de amor propio y de la importancia de aceptarse incluso cuando el destino decide poner a prueba lo que más amamos. Su testimonio no solo conmueve, sino que inspira: demuestra que incluso los ídolos, aquellos que parecen inquebrantables, enfrentan silenciosamente sus propias batallas. verdadero sonido de la vida.

 La artista granadina se sincera en las páginas de Semana sobre la dolencia que ha puesto a prueba su voz y su espíritu  

En el nuevo número de Semana, una de las voces más queridas de España vuelve a emocionar, esta vez no desde un escenario, sino desde la verdad más desnuda. Rosa López, la cantante que conquistó el corazón del país en Operación Triunfo 1, se abre en canal para hablar de la dolencia que ha transformado su manera de vivir y de entender la música. Su testimonio, cargado de sensibilidad, revela una batalla personal que hasta ahora había permanecido entre bastidores: una pérdida de audición en el oído derecho que le ha arrebatado parte de los medios y agudos, afectando directamente a su capacidad para afinar.

Rosa López en la fiesta de la MBFW de Madrid

«Me provocaba un gran sufrimiento recordar momentos del pasado cuando todo estaba bien», confiesa la artista, con esa mezcla de serenidad y emoción que la caracteriza. «Al final, en una revisión rutinaria me enteré de la pérdida de medios y agudos de mi oído derecho, que provocaba problemas en la afinación y que mis frustraciones fueran en aumento». Una dolencia que no solo desafía su carrera musical, sino también su identidad, profundamente ligada a su voz: ese instrumento que la convirtió en símbolo de superación y autenticidad desde sus primeros días frente a las cámaras.

Durante años, Rosa decidió guardar silencio. «Nunca he compartido este sentimiento, pero no puedo ser yo misma si no lo acepto y lo afronto», asegura. La confesión, valiente y honesta, llega en un momento en que la artista se encuentra más madura, más consciente del poder de mostrarse tal y como es. «En una era donde todos opinan y todos son maestros de todo, resulta difícil gestionar la vulnerabilidad», añade con una lucidez que invita a la reflexión sobre la presión mediática y las exigencias del éxito.

En sus palabras hay dolor, sí, pero también hay una luz que no se apaga. Rosa López habla de frustración, de impotencia, de noches de duda… pero también de resiliencia, de amor propio y de la importancia de aceptarse incluso cuando el destino decide poner a prueba lo que más amamos. Su testimonio no solo conmueve, sino que inspira: demuestra que incluso los ídolos, aquellos que parecen inquebrantables, enfrentan silenciosamente sus propias batallas. verdadero sonido de la vida.

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