¿Por qué la UE quiere ahora hacer uso de manera desesperada de los activos rusos? «La alternativa es que los contribuyentes europeos financien a Ucrania en la guerra»

<p>Bruselas está buscando desesperadamente la manera en la que hacer uso de los <a href=»https://www.elmundo.es/internacional/2025/10/03/68dea19121efa0f1418b456f.html» target=»_blank»>activos rusos congelados</a>. De 185.000 millones de euros, en concreto, con los que pretende facilitar a Ucrania un préstamo de 140.000 millones.</p>

Seguir leyendo

 Bruselas está decidida a articular un préstamo de 145.000 millones utilizando el efectivo de Rusia que está depositado en la compañía Euroclear. La medida no convence a Bélgica, que acoge la sede de esta compañía, pero tampoco a Francia o al BCE  

Bruselas está buscando desesperadamente la manera en la que hacer uso de los activos rusos congelados. De 185.000 millones de euros, en concreto, con los que pretende facilitar a Ucrania un préstamo de 140.000 millones.

La UE, que hasta ahora había evitado en todo momento recurrir a este dinero, sostiene que no es una confiscación y que tiene cierto margen de tiempo para sacar adelante la medida porque su objetivo es empezar a utilizar esa cantidad a partir de abril de 2026. Pero no son pocos los países e incluso instituciones que piensan que si no es una forma de confiscar se le parece mucho. Y teniendo en cuenta los ritmos comunitarios y que la medida podría requerir el respaldo de cada país e incluso tener que pasar por los parlamentos nacionales, la realidad es que sí hay prisa. Mucha.

De activos del Banco Central de Rusia que ya se han convertido en efectivo y que están depositados en Euroclear, una compañía de compensación y liquidación de valores financieros con sede en Bruselas. Ahora mismo esa cifra asciende a 175.000 millones, y la UE espera que en los próximos años se llegue a los mencionados 185.000 millones. No es, en ningún caso, dinero de agentes privados, sean empresas, oligarcas o lo que se quiera. Ese dinero no se toca.

La propuesta de la Comisión Europea es «dar instrucciones a Euroclear para que, en lugar de invertir sus saldos de efectivo en el Banco Central Europeo (BCE), los invierta en un instrumento de deuda de la UE», explican fuentes comunitarias. Y Bruselas, a su vez, otorgaría un préstamo a Ucrania con el que financiar el ingente gasto que exige la guerra. El crédito tendría varias condiciones. Primero, sería por tramos. La UE, además, exigiría al país que con esos fondos priorice las compras a Europa. Y tercero, cuando Rusia se haga cargo de los gastos de reconstrucción del territorio ucraniano, las autoridades de este país estarían obligadas a reintegrar el dinero a Bruselas para que, a su vez, Europa lo volviese a depositar y la suma llegase en última instancia a Vladimir Putin. Este punto es muy importante.

Porque, según Bruselas, la última condición evidencia que no hay ninguna confiscación. Sólo se tomaría prestado el dinero por un tiempo, vienen a decir en la capital comunitaria. Sin embargo, esto no convence a Bélgica, Luxemburgo, el Banco Central Europeo o incluso a Francia. No está nada claro, además, que Putin vaya a aceptar hacerse cargo de esos gastos de reconstrucción cuando se firme la paz.

Irak, por ejemplo, tuvo que pagar 52.400 millones de dólares (que hoy serían más de 100.000 millones de euros) por su ocupación de Kuwait en 1990. Pero la mayor parte de ese dinero vino de la venta de petróleo iraquí. Los ingresos eran depositados en una cuenta de la ONU, que decidía qué parte iba a Kuwait y qué parte gastaba a cuenta de Irak (ese país no estaba autorizado a disponer libremente de sus ingresos).

Porque la sede de Euroclear, ya se ha dicho, está en la capital del país. El primer ministro belga, Bart De Wever, está seguro de que si se sigue adelante Putin denunciará al país en las cortes internacionales, y por eso pide «garantías», «mutualización» y «riesgo compartido». En otras palabras, convertir a toda la UE en el escudo y a la vez objetivo de las posibles acciones judiciales y de cualquier otro tipo de medida que pueda llevar a cabo Rusia. Apunta Bélgica, además, que confiscar el dinero ruso va contra la seguridad jurídica que siempre ha promulgado Europa, y ese punto lo comparte también el BCE. Se debe tener en cuenta asimismo que Moscú podría nacionalizar los activos de las empresas europeas que siguen operando en el país, como los bancos italianos UniCredit y austriaco Raiffeisenn, la empresa de alimentación suiza Nestlé y la empresa alemana de supermercados Makro. Y el euro también podría verse afectado como moneda de reserva. Claro que la alternativa podría ser que Rusia conquistara Ucrania y empezara a amenazar a los Países Bálticos, que son miembros de la UE y la OTAN. Pero eso sí que pondría en tela de juicio no tanto el papel del euro, sino su propia existencia

En primer lugar, pedir a los 27 países que integran la UE que avalen ese préstamo. De ese modo, se cubriría el riesgo «limitado» de que las sanciones sobre el Kremlin se levanten sin que Moscú haya pagado las reparaciones y Europa deba hacer frente frente al crédito, explican en Bruselas, donde esto se ve como otro gesto para demostrar que no hay confiscación. Pero lo cierto es que se trata de un paso muy importante y que incluso podría llegar a tener que pasar por los parlamentos nacionales. Desde el Ejecutivo comunitario señalan que «tendría mucho sentido» fijar el aval «en base a la Renta Nacional Bruta», esto es, de los países. Todo ello se tratará en el Consejo Europeo de final de mes, y a pesar de las dificultades muchos países empujarán para que salga adelante.

«La alternativa sería que los presupuestos nacionales, y por tanto los contribuyentes europeos, financien a Ucrania y no creemos que ningún Estado miembro esté satisfecho con eso», explican fuentes diplomáticas. Porque la ayuda estadounidense a Ucrania se está acabando. Aunque Donal Trump ha mantenido los programas de cooperación económica y militar con Kiev, no está dando muestras claras de que vaya a renovarlos o, al menos, a mantener su tamaño. Y, muy importante también, porque Bruselas considera que el ejército ucraniano es la primera línea de defensa europea.

 Internacional

Noticias Similares