<p>Tras meses de estancamiento para lograr un acuerdo de <strong>tregua en la Franja de Gaza</strong>, el plan del presidente estadounidense, <a href=»https://urldefense.com/v3/__https://archive.md/o/khP0v/https:/*www.elmundo.es/e/do/donald-trump.html__;Lw!!GgY6cLU_GgY!QtYWMdA0y9Y0_ywf0scuMtTjYYiYh0bK35iweWtr-Butk7GsiX8G_5-dNnl3pLCRnA5697Y9U0RXiDSuKd0LaEQBXF4$» target=»_blank»>Donald Trump</a>, ha dado esperanza a israelíes y palestinos para poner fin a los bombardeos y liberar a los <strong>rehenes </strong>y prisioneros palestinos. Cuando se cumplen dos años del<a href=»https://www.elmundo.es/internacional/2023/10/07/6520ed95fc6c83e6558b45a1.html» target=»_blank»> ataque de Hamas en Israel</a> que desencadenó una ofensiva militar sin precedentes en Gaza, un acuerdo para poner fin a la guerra parece más cerca que nunca, aseguran las partes implicadas.</p>
Equipos de negociación de Hamas e Israel mantienen desde ayer conversaciones indirectas en Egipto
Tras meses de estancamiento para lograr un acuerdo de tregua en la Franja de Gaza, el plan del presidente estadounidense, Donald Trump, ha dado esperanza a israelíes y palestinos para poner fin a los bombardeos y liberar a los rehenes y prisioneros palestinos. Cuando se cumplen dos años del ataque de Hamas en Israel que desencadenó una ofensiva militar sin precedentes en Gaza, un acuerdo para poner fin a la guerra parece más cerca que nunca, aseguran las partes implicadas.
Equipos de negociación de Hamas e Israel mantienen desde ayer conversaciones indirectas en Egipto, con discusiones que incluyen un calendario para un alto el fuego temporal, así como las condiciones para una primera fase del plan, en el que se entregará a los 48 cautivos en manos de Hamas -de los cuales 20 siguen vivos– a cambio de la liberación de 250 presos palestinos y otros 1.700 gazatíes detenidos desde octubre de 2023. Fuentes egipcias señalaron que Hamas quiere garantías de que el plan de Trump continuará una vez los cautivos sean liberados, ya que los rehenes son la única moneda de cambio del grupo y su intercambio forma parte de esta fase inicial del acuerdo. Parece que las conversaciones van por buen camino tras acabar la madrugada de este martes su primera reunión en «medio de una atmósfera positiva».
«Queremos que esto suceda rápidamente. Si no, creo que todo el acuerdo se pone en peligro», declaró el domingo el secretario de Estado, Marco Rubio, sobre esta primera fase de la tregua. El jefe de la diplomacia estadounidense señaló que por el momento no se abordarán la seguridad y el futuro político de Gaza, temas espinosos de los que Hamas ya ha subrayado que quiere seguir negociando con Israel y Estados Unidos. Sin embargo, Rubio advirtió que las hostilidades en el enclave palestino deberían detenerse, al ser la única forma de llegar a un acuerdo que ponga fin al conflicto. «Si hay combates activos en curso, simplemente no se puede», remarcó.
El encuentro tuvo lugar en Sharm el-Sheikh, una ciudad en el extremo sur de la península del Sinaí que ha acogido negociaciones en el pasado, y se espera que las negociaciones se alarguen durante toda la semana. Antes de la reunión, el presidente egipcio, Abdel Fattah al Sisi, elogió el plan del presidente Trump, aunque recalcó que espera que las negociaciones se encaminen hacia el reconocimiento de un Estado palestino como «camino para una paz y estabilidad duraderas». «Sólo puedo expresar mi elogio y aprecio al presidente Trump», declaró en un discurso televisado, en el que subrayó la importancia de trazar un plan para la reconstrucción del enclave, devastado por la ofensiva israelí. En las conversaciones indirectas también participó el primer ministro catarí, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, así como los servicios de inteligencia egipcios, para ultimar los detalles técnicos de la propuesta de Trump. Ambos países han contribuido desde el inicio de la guerra a mediar en el conflicto para la liberación de rehenes y acuerdos de tregua fallidos.
Se espera que el negociador jefe israelí, el ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Demer, se una a las conversaciones, según evolucionen las negociaciones. Demer es uno de los asesores más cercanos y de mayor confianza del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Su delegación, -que sí viajó a Egipto ayer-, incluye a Gal Hirsch, coordinador de Israel sobre los rehenes; el general Nitzan Alon, jefe de la unidad de rehenes del ejército; así como un representante de la agencia de seguridad Shin Bet.
El equipo de Hamas está liderado por Khalil al Hayya, que ha encabezado negociaciones del grupo palestino en numerosas ocasiones. Al Hayya sobrevivió a un intento de asesinato el mes pasado por parte de Israel, que bombardeó Doha en un intento de descabezar parte del brazo político y negociador de Hamas, matando a su hijo y a uno de sus principales asesores. A lo largo de la semana se podrían unir a las negociaciones una delegación estadounidense, representada por el yerno de Trump, Jared Kushner, y el enviado especial, Steve Witkoff. El presidente estadounidense declaró ayer que espera que todas las partes «actúen rápido» para poner fin a la guerra. «Les pido a todos que se pongan en marcha», señaló en una publicación en redes sociales. «El tiempo es esencial o se producirá un derramamiento masivo de sangre, algo que nadie quiere ver».
Los expertos alertan que el plan de Trump es escaso en detalles sobre las cuestiones más espinosas como la retirada de las fuerzas israelíes de Gaza, el desarme de Hamas y la futura gobernanza del enclave, que según la hoja de ruta trazada por Washington, quedaría en manos de «tecnócratas palestinos» de forma temporal. Posteriormente Gaza sería entregada a la Autoridad Palestina (AP), que gobierna actualmente en Cisjordania. Sin embargo, Netanyahu ha rechazado en varias ocasiones a la AP como actor de liderazgo para el enclave palestino. El plan de Trump además, incluye una retirada del ejército israelí en tres etapas, pero no especifica plazos ni si se trata de una evacuación total. Hamas ha aceptado el plan, aunque ha solicitado seguir negociando algunas cuestiones, concretamente su desarme -por el momento no se ha comprometido a ello- y su papel en el futuro gobierno de Gaza. «Hay muchas lagunas que deben subsanarse (del plan)», advirtió el ministro de Exteriores egipcio, Badr Abdelatty. «Necesitamos más debates sobre cómo implementarlo, especialmente en materia de gobernanza y seguridad», señaló.
Mientras Egipto acapara la atención mediática sobre el futuro del conflicto, en Gaza continúa la ofensiva israelí, que ha causado una treintena de muertos en las últimas 24 horas. El este de la ciudad de Gaza fue bombardeada ayer por la mañana, así como varios campos de refugiados en el centro del enclave, causando al menos cuatro muertos. Otros tres palestinos, solicitantes de ayuda, murieron cuando las fuerzas israelíes abrieron fuego en un puesto de entrega de alimentos. Ante el posible alto el fuego, muchas familias se han planteado regresar a Ciudad de Gaza, donde el ejército israelí inició una ofensiva militar hace un mes para tomar el control de la localidad. El Estado mayor israelí se apresuró a alertar a la población de que este territorio sigue siendo una «zona de combate» y alentó a los palestinos que siguieran desplazándose al sur del enclave.
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