<p>Un total de 26 países, en su mayoría europeos, se han «comprometido formalmente a <strong>desplegar tropas en </strong><a href=»https://www.elmundo.es/e/uc/ucrania.html» target=»_blank»><strong>Ucrania</strong></a><strong> como fuerzas de seguridad</strong>» para «estar presentes en tierra, mar o aire y proporcionar seguridad» a Ucrania el día después del alto el fuego, según ha anunciado el presidente <a href=»https://www.elmundo.es/e/em/emmanuel-macron.html» target=»_blank»><strong>Emnanuel Macron</strong></a> al término de la cumbre híbrida celebrada hoy en París por los 34 Estados parte de esa coalición.</p>
«Estarán presentes por tierra, mar o aire y proporcionarán seguridad» en un alto el fuego, anuncia el presidente Macron ante Zelenski / España no confirma si participará
Un total de 26 países, en su mayoría europeos, se han «comprometido formalmente a desplegar tropas en Ucrania como fuerzas de seguridad» para «estar presentes en tierra, mar o aire y proporcionar seguridad» a Ucrania el día después del alto el fuego, según ha anunciado el presidente Emnanuel Macron al término de la cumbre híbrida celebrada hoy en París por los 34 Estados parte de esa coalición.
«Esta fuerza no tiene como objetivo librar ninguna guerra contra Rusia», advirtió Macron. Más aún, esa eventual misión de paz «no se desplegará en la línea del frente, sino en zonas geográficas que se están definiendo», subrayó.
Dado el rechazo de Rusia al despliegue de tropas extranjeras en Ucrania y la reticencia de Estados Unidos a dar cobertura a una misión que podría conducir a un conflicto directo con Rusia, la matización es muy significativa. Descartada la línea de frente, el escenario es la retaguardia, el reforzamiento de las líneas orientales de la OTAN. Validan esa posibilidad el hecho de que Alemania y Polonia formen parte de los 26 países que ya han definido ayudas, ya sea para la regeneración del ejército ucraniano, ya sea para la seguridad en su territorio, espacio aéreo y marítimo. Sendos gobiernos han anunciado que sus soldados no pisarán suelo ucraniano.
En La Moncloa no confirman si España está incluido en la lista de 26 países que según Macron han comprometido a desplegar tropas en Ucrania, pero sí indican que el Gobierno de Pedro Sánchez seguirá «proporcionando apoyo el tiempo que sea necesario» y que contribuirá «a sus garantías de seguridad» cuando finalice la guerra, según informa Marta Belver.
«España ha estado presente en todas estas reuniones y, como parte de esta Coalición de Voluntarios, participará en la arquitectura de seguridad que garantice la estabilidad de Ucrania cuando se den las condiciones de paz», señalan fuentes gubernamentales. «En todo caso, España es ejemplar en la participación en misiones de paz», agregan dejando entreabierta la puerta al envío de militares en el futuro, algo que, precisan, «se planteó ya en marzo».
Tras la conferencia, que duró 90 minutos y contó también con la participación del presidente Volodimir Zelenski, de los jefes de la OTAN, del Consejo Europeo y de la Comisión Europea, los líderes europeos mantuvieron una videollamada con el presidente Donald Trump. La idea era informarle de lo acordado y presionarle para que se sume a unas garantías de seguridad para Ucrania capaces de «garantizar la paz y enviar una señal estratégica muy clara» a Rusia, según Macron. Para Estados Unidos la prioridad no está en Ucrania o en Europa sino en Asia y los actos de conmemoración en Pekín de la Segunda Guerra Mundial han hecho saltar nuevas alarmas. Apoyar a los europeos contra Rusia reforzará la alianza de este país con China, una alianza que, con India y Corea del Norte como polos adicionales, mermaría su hegemonía.
Macron afirmó que los estadounidenses «han sido muy claros» sobre su participación en las garantías de seguridad, pero se negó a dar detalles. «No tenemos ninguna intención de descubrir nuestras cartas», justificó. E insistió en que «el documento que tenemos hoy es un documento deplanificación militar en el que estos 26 jefes de Estado Mayor y ministros de Defensa han confirmado lo que están dispuestos a hacer. Ahora vamos a ultimar los detalles con Estados Unidos para tener precisión sobre el apoyo que están dispuestos a aportar», declaró en rueda de prensa con Zelenski.
Macron, impulsor de esra coalición de voluntarios junto con el británico Keir Starmer, aseguró que «nos hemos dotado de los medios necesarios para regenerar el ejército ucraniano, de modo que pueda resistir cualquier nuevo ataque, pero también disuadir a Rusia de cualquier nueva agresión». Subrayó que el objetivo de esta cumbre era «poner los factores de la negociación en el orden correcto». «Al exigir, como condición previa a cualquier negociación de paz, la retirada de las fuerzas armadas ucranianas de un territorio aproximadamente equivalente al que le costó a Rusia cerca de 250.000 muertos y un millón de soldados en combate, formula una idea desigual, inmoral e imposible», subrayó. Añadió por ello que «la discusión solo es posible si se ofrecen garantías de seguridad muy sólidas a los ucranianos y si estas son la condición para acompañar un alto el fuego, un acuerdo de paz o un armisticio».
Y, «si Rusia sigue rechazando las conversaciones de paz concretas (…), entonces tomaremos sanciones adicionales en colaboración con Estados Unidos y daremos respuestas claras a esta negativa a avanzar», amenazó.
El presidente francés aseguró que «Rusia ha perdido más de un millón de soldados, muertos o heridos, para conquistar menos del 1 % del territorio ucraniano desde noviembre de 2022» -o el 20% de la región oriental del Donbás-. El número de bajas ucranias se mantiene en secreto, pero los cálculos militares y la falta de personal denotan que es igualmente alto.
Macron reafirmó que el objetivo de la coalición es sencillo: «El bando de la paz está en Kiev en todas las capitales europeas y en Washington», dijo. «Hoy somos 35 alrededor de esta mesa. Son los que han reaccionado ante la guerra de agresión rusa y los que hoy quieren una paz justa y duradera», porque «es Rusia la que ha elegido la guerra en 2022, como lo hizo en 2008 en Georgia, como lo hizo en 2014 en Crimea y en Donbás».
Steve Witkoff, el emisario de Donald Trump, cuya presencia en la reunión de la ‘Coalición de Voluntarios’ no había sido anunciada, mantuvo un encuentro con Zelenski en París del que no ha transcendido detalle. Zelenski insistió tras la misma que el encuentro con Vladimir Putin es «necesario», ya sea «bilateral» o «trilateral», y acusó a Rusia de estar haciendo todo lo posible por retrasarlo. Minutos antes, al referirse a ese encuentro, Macron añadió un nuevo invitado, posiblemente la Unión Europea. Mencionó un encuentro «cuadrilateral».
Las declaraciones de Zelenski tras la cumbre mostraron una vez más la insatisfacción con los aliados por la dilación en las ayudas y la tardanza en acorralar hasta la asfixia a Rusia. Afirmó en ese sentido que aproximadamente el 60 % de las armas que se utilizan hoy en día en el campo de batalla se fabrican en Ucrania porque la industria aliada no tiene capacidad de producción. «Nosotros sí podemos ampliar esa producción, pero cuesta dinero y necesitamos más ayuda», afirmó.
Zelenski no se ha ido sin embargo con las manos vacías. Ucrania ha recibido en París tres garantías principales de seguridad para Ucrania como parte de un acuerdo de paz con Rusia aún por negociar. Esas garantías incluyen una fuerza de seguridad, patrullas aéreas y una fuerza naval de desminado. Es un paso adelante, pero quedan, al menos, dos preguntas claves en el aire. Una es qué hacer si se despliega una fuerza de paz en Ucrania, aunque no sea en la línea de frente y Rusia dispara contra ella. La otra es si Estados Unidos se suma a esa eventual misión de observación y mantenimiento de la paz aun a costa de un enfrentamiento directo con Rusia, es decir de una guerra a gran escala.
Mark Rutte, secretario general de la OTAN, ha declarado que la Alianza no desempeñará ningún papel en las garantías de seguridad, aunque participará en las conversaciones «para evitar dispersar demasiado nuestros recursos». Rutte participó en la cumbre de París, acompañado por el comandante supremo aliado de la OTAN en Europa (SACEUR), el general de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos Alexus G. Grynkewich. Su papel es «valorar cuál será el impacto de las garantías a Ucrania en los planes de la OTAN», añadió Rutte. Eso incluye, según fuentes militares, la posibilidad de realizar «simulacros de guerra» para garantizar que las capacidades y los planes militares están preparados para cualquier contingencia.
La Coalición de Voluntarios se formó a mediados de febrero para trabajar en la provisión de garantías de seguridad para Ucrania en caso de alto el fuego con Rusia, dada la insistencia de Washington en que Europa tendría que asumir la mayor parte de la carga. Kiev considera que la pertenencia a la OTAN y a la UE son las máximas garantías de seguridad, pero también ha instado a los aliados a que se comprometan a prestar apoyo a largo plazo a su ejército. En lo que respecta a Alemania, el Gobierno se ha comprometido a reforzar la defensa aérea ucraniana en un 20 % anual.
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