<p>En esta vuelta tras más de diez años ausente, España luchaba contra sus demonios. De casi irse en la primera ronda, a pelear contra una favorita Ucrania por unos cuartos que no alcanzaba desde Turquía 2013. Repitieron los héroes de la victoria ante Brasil y, con idéntico resultado, se disputarán las semis ante Colombia o Sudáfrica.</p>
Los de Gallardo, pese al gran partido, sólo pudieron celebrar el gol de Pablo García para eliminar a los ucranianos
En esta vuelta tras más de diez años ausente, España luchaba contra sus demonios. De casi irse en la primera ronda, a pelear contra una favorita Ucrania por unos cuartos que no alcanzaba desde Turquía 2013. Repitieron los héroes de la victoria ante Brasil y, con idéntico resultado, se disputarán las semis ante Colombia o Sudáfrica.
En el primer minuto ya se vieron las intenciones de unos y otros. Los españoles generaron su primera ocasión tras una jugada de 60 segundos y 40 toques, Ucrania hizo la suya con tres pases en apenas cinco segundos. Estilos, diferentes, pero estilos. Aunque los monólogos con balón tienden a la relajación y las pérdidas en campo propio pueden ser muy dañinas, como la que le costó la primera amarilla a Cuenca.
Los chicos de Paco Gallardo aprovecharon mucho las entradas por banda tanto del sorprendente Pitarch como de Virgili o Pablo García, aunque este último falló un claro remate tras un magnífico centro del extremo del Mallorca que podría haber puesto el primero en el marcador en el minuto 20. No perdonó el bético tres minutos después tras una jugada ensayada de córner del equipo de Gallardo. Tres toques maravillosos para adelantar a los españoles.
El peligro ucraniano venía de un Ponomarenko con cositas de Ibrahimovic, gran juego de espaldas, cintura y mucho peligro en cada acción. Aunque perdonó el empate antes del descanso en un remate franco. Tras el descanso, Mikhailenko lo sustituyó por el gigante Pyschur, 204 centímetros de joven.
El guion no varió en el segundo tiempo pese al resultado. Posesión española e intentos de contra ucranianos hasta el tramo final del partido en el que los de amarillo comenzaron a morder más arriba a los españoles, pero sin tener ninguna ocasión clara. De hecho, la más interesante la marró de nuevo Pablo García, el hombre más peligroso del encuentro, tras otra gran jugada combinativa de los de Gallardo.
Ha crecido el juego de la selección española durante el torneo y ahora le queda un cruce asequible para poder soñar en este Mundial sub’20, un torneo que no conquista desde 1999 en Nigeria.
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