España se pasea en Bulgaria antes de empezar a buscar el Mundial (de verdad) contra Turquía

<p>Si no ha estado usted muy atento a la <strong>selección </strong>este verano (normal), sepa que la cosa está así: han empezado los partidos <strong>clasificatorios para el Mundial </strong>del año que viene (que se jugará en <strong>México, Estados Unidos y Canadá</strong> entre mediados de junio y mediados de julio). A la selección le ha tocado un grupo de cuatro donde compite con <strong>Bulgaria</strong>, que son los de este jueves, <strong>Turquía</strong>, que son los que tocan el domingo, y <strong>Georgia</strong>. Y, para no hacerlo muy largo, ya se confirmó que la única plaza (la primera) que concede billete para el Mundial se la va a jugar España con Turquía. No conviene alarmarse, pues incluso en el caso de no ganar el grupo, la selección tiene garantizada la <strong>repesca</strong>. Total, que <strong>España </strong>pasó por encima de <strong>Bulgaria</strong>, el rival más débil, y hoy viaja a <strong>Konya</strong>, la ciudad turca donde el domingo se jugará buena parte de las opciones. Porque luego, en octubre, jugará en casa contra Bulgaria y contra Georgia. Y en noviembre terminará esta fase con el viaje a <strong>Tiblisi </strong>(Georgia) y recibiendo a <strong>Turquía</strong>.</p>

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 La noticia fue el regreso de Dani Carvajal y Rodri, dos de los pilares de este equipo. Marcaron Oyarzabal, Cucurella y Merino.  

Si no ha estado usted muy atento a la selección este verano (normal), sepa que la cosa está así: han empezado los partidos clasificatorios para el Mundial del año que viene (que se jugará en México, Estados Unidos y Canadá entre mediados de junio y mediados de julio). A la selección le ha tocado un grupo de cuatro donde compite con Bulgaria, que son los de este jueves, Turquía, que son los que tocan el domingo, y Georgia. Y, para no hacerlo muy largo, ya se confirmó que la única plaza (la primera) que concede billete para el Mundial se la va a jugar España con Turquía. No conviene alarmarse, pues incluso en el caso de no ganar el grupo, la selección tiene garantizada la repesca. Total, que España pasó por encima de Bulgaria, el rival más débil, y hoy viaja a Konya, la ciudad turca donde el domingo se jugará buena parte de las opciones. Porque luego, en octubre, jugará en casa contra Bulgaria y contra Georgia. Y en noviembre terminará esta fase con el viaje a Tiblisi (Georgia) y recibiendo a Turquía.

Puestos todos al día, también conviene contar que hubo mucha especulación en las horas previas sobre cómo afrontaría De la Fuente el partido, teniendo en cuenta que son dos choques muy seguidos y que el segundo, pasado mañana, es contra el rival más duro, el de verdad. Que si el central más duro (Le Normand) para el domingo, que si uno de los dos lesionados jugarían, o quizá un día uno y otro día otro, que si el delantero en el que más confía también para la segunda cita…

Nada. A De la Fuente no le van a pillar otra vez en la de su debut, cuando cambió un equipo por otro en tres días y se llevó un revolcón en Glasgow. En Sofia, pese a que Bulgaria es el rival más débil, compareció el equipo titular. Si se recuperan del todo Rodri y Carvajal entrarán, claro, y puede que uno de los dos, sino los dos, jueguen contra Turquía, pero ayer era el equipo titular. Con el central duro y con su delantero centro titular.

Y este último, el delantero titular, le dio la razón nada más empezar. Oyarzabal cazó un balón filtrado por Zubimendi, se encaró ya casi en el área pequeña con Vutsov, el portero, y puso a España por delante en el marcador. No había mejor inicio, pues se confirmó que el equipo local tenía intención de montar el autobús en su propia área y esperar a que fueran pasando los minutos. Así que la selección, que ya sabía de la victoria turca en Georgia, se dispuso a ir amasando los goles sin prisa. La tuvo Lamine enseguida. El extremo del Barça le hizo la vida imposible a Nuemberger, un lateral izquierdo que juega en la segunda división alemana y que pasó un mal rato.

Cierto es que España, esta España, no está exenta de agujeros, y el más importante lo tiene en el lateral derecho. Por ahí llegó, por la zona de Pedro Porro, que lo pasa mal con esta camiseta, la única opción búlgara en la primera parte, un disparo mordido de Kirilov que dio en la parte externa del poste. Fueron los escarceos de la primera media hora, preludio, ahora sí, del gol de la calma. De un lado para otro la pelota, un pase por dentro para Mikel Merino, la dejada de cara, la apertura a Lamine, el centro y un balón muerto que aprovechó Cucurella para marcar su primer gol con la selección. España es infinitamente mejor que Bulgaria y a la media hora ya había quedado claro. De ahí en adelante, a disfrutar de una veraniega noche búlgara.

Mikel Merino hizo el tercero y a Le Normand, qué raro, le enseñaron una tarjeta amarilla, así que Cubarsí se puso a calentar. De hecho, más allá de la tarjeta o no, el descanso fue el momento para ponerse a pensar en a quién darle descanso.

El caso es que a la vuelta del refrigerio sólo entró Cubarsí. No importaba demasiado. La cosa iba tan de carril que los nombres daban igual. Salvó el portero el cuarto en un tiro de Mikel Merino que se estrelló en el larguero. Ahí murió el poco interés que había. A falta de media hora comparecieron los dos más esperados. Entraron Carvajal y Rodri, un año después, y el escenario no podía ser mejor. Un partido cuesta abajo, plácido, sin intensidad, sin necesidad de meter la pierna… Y así fue.

Participaron en el rondo que fue la segunda parte, que quedó a título de inventario, apenas para el regocijo de Jesús Rodríguez, el chaval que debutó, y la meditación para Morata, que podría haber tenido un rato, al menos visto desde fuera. Siquiera hubiera sido para buscar algún gol más, porque, mirando ya a Turquía, que es donde hay que mirar, en este grupo de clasificación, en caso de empate a puntos, cuenta el goal-average general. Y hasta aquí la información. A 5 de septiembre, ya está usted puesto al día de la selección.

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