<p>Cada Grand Slam se define por sus pistas de entrenamiento. En Wimbledon están apartadas, sólo los jugadores y sus equipos pueden acceder y los periodistas se deben conformar con mirar desde lejos. De aficionados, ni hablar; hay silencio, mucho silencio. En el US Open, en cambio, hasta en las practice courts hay gradas, se escucha la música de los bares cercanos y un trajín de cámaras y micrófonos rodea a los tenistas. </p>
En el presente US Open sólo ha cedido un ‘break’ y nadie iguala sus porcentajes de éxito en el servicio. Su entrenador, Juan Carlos Ferrero, analiza su evolución. «Permite conseguir puntos gratis», reconoce antes de las semifinales ante Djokovic
Cada Grand Slam se define por sus pistas de entrenamiento. En Wimbledon están apartadas, sólo los jugadores y sus equipos pueden acceder y los periodistas se deben conformar con mirar desde lejos. De aficionados, ni hablar; hay silencio, mucho silencio. En el US Open, en cambio, hasta en las practice courts hay gradas, se escucha la música de los bares cercanos y un trajín de cámaras y micrófonos rodea a los tenistas.
En su entrenamiento de este miércoles, antes de la semifinal de mañana ante Novak Djokovic, Carlos Alcaraz se llevó ovaciones mientras peloteaba con su hermano Álvaro, pero hubo un momento, sólo un momento, en el que todo el mundo calló. ¡Boom!, se escuchaba una vez y luego otra y otra. El español estaba practicando su saque y merecía una atención completa. El movimiento es tan armonioso como potente, tan natural como violento. ¿Y si Alcaraz se ha convertido en un especialista sacador?
En lo que va de Grand Slam sus números son casi perfectos. De los 69 juegos disputados con su servicio, sólo ha perdido uno, aquel con Luciano Darderi cuando estaba pendiente de unas molestias en la rodilla derecha. No es el que golpea con más velocidad -su máximo son 212 km/h, es el número 31 en esa lista-, pero sí el más letal. Sólo el francés Giovanni Mpetshi Perricard, un bruto de 2,03 metros, mejora su porcentaje de éxito con el primer servicio y nadie le supera con el segundo. Por compararle, al cierre de esta edición, antes de su encuentro de cuartos de final ante Lorenzo Musetti, Sinner ya había cedido tres breaks y sumaba peores porcentajes que el español.
«Es una consecuencia del trabajo de muchos años», reivindica su entrenador, Juan Carlos Ferrero, a pregunta de EL MUNDO en conversación con varios periodistas españoles en Nueva York. «Llevamos tiendo cambiando pequeños detalles y ahora Carlos se siente muy cómodo con su saque. Ha cogido ritmo y el brazo y la muñeca le van sueltos», analiza el técnico sobre la evolución de su pupilo.
Hace tres años, cuando ganó aquí su primer Grand Slam, el servicio era el punto débil de Alcaraz. Desde los octavos ante Marin Cilic estuvo apurado entre roturas y así tuvo que llegar al quinto set ante él, ante el propio Sinner en cuartos o ante Frances Tiafoe en semifinales. «Su saque deja mucho que desear», sentenció entonces todo un experto, Andy Roddick. Pero en aquel momento Alcaraz y su equipo ya trabajaban en la materia.
Lo más perceptible ahora es la fluidez: en 2022 paraba dos veces en su saque, en 2023 y 2024 pasó a un único parón entre la flexión y la extensión y esta temporada adoptó un movimiento sin interrupciones. Pero hay más detalles de su transformación. Hoy mantiene la espalda más recta, agarra la raqueta con más soltura -antes lo hacía rígido- o separa más su brazo derecho del cuerpo.
Con mucho trabajo en invierno junto a Samuel López, el técnico que ahora ayuda a Ferrero, durante el año ha habido vaivenes en sus porcentajes en el saque hasta llegar a la excelencia actual. En su derrota en segunda ronda del Masters 1000 de Miami, por ejemplo, fue su principal preocupación. Luego llegó la gira de tierra batida, donde el servicio no era tan importante, la hierba y cuando volvió al cemento su seguridad ya era máxima.
«Ahora tiene mucha confianza y es algo que se alimenta. Si no te hacen breaks, te sientes más seguro y si te sientes más seguro, sacas mejor. Ante Novak, como puede ser ante Jannik, será un arma muy importante. Cuando te enfrentas a jugadores así es básico conseguir puntos gratis», finalizaba Ferrero.
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