<p>Existe una protesta, lícita, incluso lógica, entre los tenistas: sólo se habla de <strong>Carlos Alcaraz</strong>, de<strong> Jannik Sinner</strong> y de sus finales de Grand Slam. Esta misma semana, en EL MUNDO, la enarbolaba <strong>Pablo Carreño</strong>. <a href=»https://www.elmundo.es/deportes/tenis/us-open/2025/08/26/68ac9f04e9cf4a0d4d8b4582.html»>»El tenis va mucho más allá», denunciaba</a>. Pero viendo a los dos primeros del ranking ATP en el US Open recién iniciado sólo hay una reclamación posible: que llegue ya el 7 de septiembre y vuelvan a enfrentarse por un título. Mientras otros aspirantes van renunciando -eliminado <strong>Casper Ruud</strong>, retirado <strong>Jack Draper</strong>-, el nivel de Alcaraz y Sinner es tan superior, tan y tan superior, que cuesta imaginar otra final posible. </p>
Vence al italiano por 6-1, 6-0 y 6-3 en un visto y no visto con un tenis extraordinario y, con Sinner en el horizonte, se enfrentará a otro italiano, Darderi
Existe una protesta, lícita, incluso lógica, entre los tenistas: sólo se habla de Carlos Alcaraz, de Jannik Sinner y de sus finales de Grand Slam. Esta misma semana, en EL MUNDO, la enarbolaba Pablo Carreño. «El tenis va mucho más allá», denunciaba. Pero viendo a los dos primeros del ranking ATP en el US Open recién iniciado sólo hay una reclamación posible: que llegue ya el 7 de septiembre y vuelvan a enfrentarse por un título. Mientras otros aspirantes van renunciando -eliminado Casper Ruud, retirado Jack Draper-, el nivel de Alcaraz y Sinner es tan superior, tan y tan superior, que cuesta imaginar otra final posible.
Este miércoles -madrugada del jueves en España- el español venció en segunda ronda a Mattia Bellucci por 6-1, 6-0 y 6-3 en una hora y 36 minutos con un tenis de altísimo nivel. Toda definición es hipérbole. O tal vez no. Quizá fue el mejor Alcaraz de la temporada, quizá fue el mejor Alcaraz de siempre, quizá, quizá, quizá fue el mejor tenista de siempre. Su derecha más rápida que nunca; sus dejadas al milímetro; su revés sin un sólo fallo; sus voleas imposibles de responder. Concentrado y veloz, Alcaraz mostró sus argumentos para derrotar a su rival histórico, pese a que todavía quedan días para encontrárselo. En tercera ronda, este viernes, se enfrentará a otro italiano, Luciano Darderi, y en octavos, ya el domingo, al ganador del duelo francés entre Arthur Rinderknech y Benjamin Bonzi. En principio, escalones sencillos para su ascenso.
Si el español no afloja, sus próximos rivales deberán vivir la experiencia que sufrió Bellucci. En ocasiones se critica la actitud de ciertos tenistas ante los mejores del circuito, su derrotismo, su desgana, pero no fue el caso; todo lo contrario. De 24 años, en su primera temporada entre los mejores, el italiano apareció en la pista Arthur Ashe con toda la motivación del mundo y no fue suficiente. Las cosas pasaban demasiado rápido a su alrededor. Mediado el segundo set todavía se animaba, se gritaba, celebraba exageradamente sus puntos, pero ni con esas. Alcaraz iba al trote y él, al sprint. El italiano intentaba devolver el máximo número de bolas posibles, pero el ritmo era demasiado exigente.
Si hubo rastro de partido, de un duelo de dos, fue un ratito en el tercer set cuando el triunfo ya estaba decidido. Ahí Bellucci templó los nervios que le habían mermado en el saque y Alcaraz empezó a pensar en todo lo que vendrá. Hubo un 3-3. Luego el número dos del mundo volvió a cambiar el paso y decidió otra victoria. Se entiende la denuncia por parte del resto de tenistas, pero el mundo ya espera otro Sinner-Alcaraz.
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