Los retos sin Scariolo: la consolidación de los jóvenes, otro nacionalizado y Laso como favorito al banquillo

<p>El día después del fin de una era, de la peor eliminación que jamás vio España en un campeonato, de la triste despedida deportiva de <strong>Sergio Scariolo</strong>, fue una jornada de cambio de planes. Jugadores, técnicos y toda la delegación de la Federación hicieron pedazos sus billetes a Riga y pusieron rumbo a España. Mientras las 16 mejores selecciones de Europa buscan hasta el domingo heredar el oro español, es tiempo de cambios como no se recordaban. A la FEB, encabezada por su presidenta <strong>Elisa Aguilar</strong>, le toca poner los cimientos de una reconstrucción que no se antoja nada sencilla.</p>

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 Tras la dura eliminación en el Eurobasket, que se une a la de los Juegos y el Mundial, la selección afronta un reto mayúsculo. Elisa Aguilar anunciará en breve el nuevo seleccionador. En noviembre, ventanas  

El día después del fin de una era, de la peor eliminación que jamás vio España en un campeonato, de la triste despedida deportiva de Sergio Scariolo, fue una jornada de cambio de planes. Jugadores, técnicos y toda la delegación de la Federación hicieron pedazos sus billetes a Riga y pusieron rumbo a España. Mientras las 16 mejores selecciones de Europa buscan hasta el domingo heredar el oro español, es tiempo de cambios como no se recordaban. A la FEB, encabezada por su presidenta Elisa Aguilar, le toca poner los cimientos de una reconstrucción que no se antoja nada sencilla.

La primera decisión, que no tardará, será la de elegir al nuevo seleccionador. Algo que no ocurre desde que, tras el desastre del Mundial 2014, Orenga fuera destituido para el retorno de Scariolo. La FEB, que ha mantenido un enorme secretismo estas semanas, manejaba ya un puñado de nombres. Aunque ninguno suena tan fuerte como el de Pablo Laso, que se postulaba hace unos días en una entrevista en la revista Gigantes:«Que alguien piense que yo pudiera entrenar a la selección es un orgullo, un premio a tu valía y a tu trayectoria». En la entidad tienen claro que no quieren periodos de transición ni tampoco experimentos. Un golpe de efecto que reúna carisma, experiencia y dedicación exclusiva. En la recta de meta, a Laso sólo le discute Chus Mateo.

Dos técnicos con destinos cruzados. Ambos se han mostrado encantados con el desafío, ambos acaban de terminar con sus equipos. El primero, después de dos años sin buenos resultados. Tras salir del Real Madrid, ni en Múnich ni en Vitoria Laso logró extender su senda de éxito. Mateo, que conoce bien la FEB (fue ayudante de Scariolo), fue despedido del Real Madrid tras conquistar la última ACB. Xavi Pascual, que también trabajó cerca del italiano en la preparación del Mundial 2019, está en la terna con menos fuerza, recién terminada su etapa en el Zenit.

Nombres potentes para una labor espinosa. Son muchos los desafíos y no tantas las certezas. Y no están demasiados lejos, pese a que el próximo verano no haya torneo internacional. Sin embargo, a finales de noviembre, la selección afronta la primera ventana de clasificación para el Mundial 2027 (Qatar). Y el panorama no puede ser más desolador.

El conflicto con la FIBA hace que para el duelo en Dinamarca y el de Georgia en España, el debut del nuevo seleccionador se vaya a producir con sólo uno de los jugadores del último Eurobasket (Santi Yusta), disponible. La Euroliga, que aumentó su calendario con dos equipos más, ha vuelto a decidir no liberar a sus jugadores (se solapan fechas), pese a la petición expresa de FIBA. Incluso en la exitosa selección B de la que Scariolo presumió («en un par de años tendremos un equipazo») apenas hay tres o cuatro que podrían acudir. Tampoco para febrero, con doble enfrentamiento contra Ucrania, parece que la situación se vaya a relajar.

Para el porvenir, además de muchos de los presentes en Chipre (jóvenes como Aldama, Pradilla, Parra…) en la FEB se sigue confiando en el bloque de la magnífica hornada que se proclamó campeona del mundo júnior en 2023. En nombres como Hugo González, Baba Miller, Aday Mara, Izan Almansa, Isaac Nogués, Eli Ndiaye… Y, por supuesto, en Mario Sant-Supèry y Sergio de Larrea, los dos bases de 19 años que han sido la mejor noticia del baloncesto español en el Eurobasket. De sus pasos adelante durante los próximos meses y de su compromiso con la selección (la mayoría de los talentos están jugando en EEUU, NBA o NCAA) dependen la vuelta a la lucha por las medallas de la que España ha quedado expulsada durante los tres últimos torneos, Mundial, Juegos y este Europeo, donde ni siquiera fue capaz de plantarse en los cruces.

Otro de los asuntos pendiente en los cajones de la FEB es estudiar la nacionalización de algún puntal que potencie el colectivo. Lorenzo Brown, que se ausentó por la muerte de un familiar cuando ya había sido convocado y que, además, ya tiene 35 años, es pasado. El perfil dependerá de las necesidades. Con el paso adelante en el puesto de base, que además recuperará a nombres tan importantes como Juan Núñez o Alberto Díaz, es probable que se apunte a un anotador exterior. Un perfil que no cumple casi ninguna de las promesas que vienen.

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