<p class=»ue-c-article__paragraph»>El chavismo ha elegido la táctica del avestruz bolivariano para responder al supuesto ataque militar estadounidense contra un bote venezolano en las aguas del sur del Caribe, transitadas ahora por ocho buques de guerra y un submarino de propulsión nuclear de la mayor potencia mundial. Según el Gobierno de <a href=»https://www.elmundo.es/e/ni/nicolas-maduro.html» target=»_blank»><strong>Nicolás Maduro</strong></a>, el <a href=»https://www.elmundo.es/internacional/2025/09/02/68b74b3321efa08e408b459a.html» target=»_blank»>impactante vídeo</a> en blanco y negro, en el que un misil pulveriza un peñero (pequeña embarcación pesquera que también se usa para la trata de personas), como si se tratara de una acción en <a href=»https://www.elmundo.es/internacional/iran.html» target=»_blank»>Irán</a> o <a href=»https://www.elmundo.es/e/af/afganistan.html» target=»_blank»>Afganistán</a>, <strong>es una producción </strong><i><strong>fake</strong></i><strong> de inteligencia artificial</strong>.</p>
El líder chavista asegura que el ataque al bote venezolano fue un ‘fake’ creado con inteligencia artificial
El chavismo ha elegido la táctica del avestruz bolivariano para responder al supuesto ataque militar estadounidense contra un bote venezolano en las aguas del sur del Caribe, transitadas ahora por ocho buques de guerra y un submarino de propulsión nuclear de la mayor potencia mundial. Según el Gobierno de Nicolás Maduro, el impactante vídeo en blanco y negro, en el que un misil pulveriza un peñero (pequeña embarcación pesquera que también se usa para la trata de personas), como si se tratara de una acción en Irán o Afganistán, es una producción fake de inteligencia artificial.
Ni cocaína ni soldados del Tren de Aragua, la famosa mafia venezolana que, en connivencia con la revolución bolivariana, ha extendido sus tentáculos sobre todo en el sur del continente. Esa es, al menos, la explicación gubernamental, que además profundizó en la misma estrategia que mantiene desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca: el presidente es un inocente bienintencionado que es engañado de forma constante por su secretario de Estado, Marco Rubio.
«Basta ya, Marco Rubio, de alentar la guerra e intentar manchar las manos de sangre al presidente Trump. Venezuela no es una amenaza. Luego de meterlo en un callejón sin salida, ahora le da como prueba un vídeo en IA», pontificó Freddy Ñáñez, ministro de propaganda del régimen chavista.
Agencias independientes estudian el vídeo a la búsqueda de confirmar si se trata de una operación real o de imágenes manipuladas.
«El narcotráfico no se combate con destructores ni con misiles, es absurdo», criticó Vladimir Padrino López, ministro de Defensa y militar clave en el apoyo del generalato al presidente usurpador de Venezuela. Al margen de Maduro y Cabello, señalados desde Estados Unidos como los principales líderes del Cártel de los Soles, varios generales fueron relacionados con este grupo mafioso desde la época de Hugo Chávez.
A la espera de nuevas informaciones, el «ataque de precisión» llevado a cabo por las tropas estadounidenses dejó este miércoles un mar de dudas y ninguna certeza en Venezuela. La primera interrogante fue el salto acrobático que va desde el Cártel de los Soles, objetivo prioritario para el histórico despliegue militar estadounidense, al Tren de Aragua, la mafia nacida en la cárcel de Tocorón que se ha especializado en extorsión, trata de personas, prostitución, sicariatos y microtráfico de drogas, pero de la que se desconocía grandes operaciones de envío de drogas a Europa y Estados Unidos. Ya durante la campaña electoral, Trump usó sin rubor al TdA como enemigo externo para contentar a su base radical.
Hasta ahora, Washington ha usado al Tren de Aragua como gran excusa argumental para justificar la caza y captura de emigrantes venezolanos en su territorio. De los 238 deportados enviados a la megacárcel de Nayib Bukele en El Salvador, apenas dos decenas mantenían vínculos con la organización creada por el Niño Guerrero. La principal acusación contra estos venezolanos fueron los tatuajes que adornan sus cuerpos, una moda masiva en los barrios populares del país petrolero.
A la espera de que familiares de las víctimas reclamen sus cuerpos, nada se sabe de la identidad de los supuestos narcomarineros, que en realidad suelen operar en las costas de Sucre y de la Península de Paria. Distintas bandas violentas han tomado desde hace una década esta zona del país, el principal hervidero para el envío de drogas a otros países.
Otro de los puntos rojos del narco en Venezuela es la frontera de la Guajira, compartida con Colombia. Las autoridades dominicanas incautaron esta semana una embarcación de 27 pies de eslora, con dos poderosos motores fuera de borda que portaban 448 paquetes de cocaína y que habían partido desde la Guajira. Los dominicanos contaron con ayuda de la agencia antidrogas estadounidense DEA.
Precisamente el Gobierno de Luis Abinader se acaba de unir al grupo de países que ha caracterizado al Cártel de los Soles como un grupo terrorista. Se trata de una decisión de peso: en la isla caribeña residen varias de las grandes fortunas de jerarcas chavistas y de cómplices del régimen.
La escalada en el conflicto ha obligado a Maduro a cambiar la propaganda que vende a su país, al que pretende movilizar con un nacionalismo antiestadounidense que choca de frente con las aspiraciones de libertad del pueblo venezolano. Primero se trató de una supuesta cortina de humo de la extrema derecha para luego pasar a ser una amenaza real, pero «sobredimensionada». «El argumento lo arrojó hace meses Diosdado Cabello [ministro de Interior y líder de los radicales]: Marco Rubio, movido por aspiraciones presidenciales, busca un conflicto con Venezuela para posicionarse como candidato y presionar a la Casa Blanca», explica a EL MUNDO el sociólogo Gianni Franco, principal estudioso de la propaganda bolivariana.
En la nueva estrategia en la que Maduro aparece como un gran estadista, cercano a Rusia y China, el hijo de Chávez interroga a Trump sobre su legado cubierto de sangre, a sabiendas de que el gran líder del America First desea ser el próximo Premio Nobel de la Paz.
Hasta la sucesión de acontecimientos que ha dibujado un nuevo escenario regional, desde el aumento a 50 millones de dólares de recompensa por la cabeza de Maduro hasta la declaración del Cártel de los Soles como grupo terrorista, Caracas maniobró con el viento a favor: Trump necesitaba su visto bueno para repatriar a miles de emigrantes venezolanos. Los aviones llenos de deportados han aterrizado con regularidad en Venezuela y, en paralelo, los barcos de la petrolera estadounidense Chevron surcan el mismo mar bajo asedio pero en dirección contraria, con el oro negro extraído de las mayores reservas de combustible del planeta. Por supuesto, con autorización y alborozo de Maduro.
«Cada día que pasa se cierra el cerco al cártel narcoterrorista que sigue en Miraflores», insistió por su lado la líder opositora María Corina Machado, que durante meses ha vaticinado la escalada que sus (pocos) detractores en la oposición consideraban imposible.
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